• Twitts

  • Links I like

Búsquedas

Si buenas noches,

No,  aquí él ya no vive.

Mmmm, pues hace poco.

No señorita, la verdad no sé bien,

¿Usted es pariente de él?

¡Ahhh usted es Alicia!

El sí que hablaba de usted, pues de que cómo le gustaba cantar, de los viajes que hacían juntos, de las fotografías, hablaba de sus ojos y de cómo a veces la confundía en la calle…

Óigame y ¿porqué viene a buscarlo hasta ahora?

¡Pero se dio cuenta muy tarde niña!, pues yo si le decía mijo, lo que no es de uno no es de uno, que hace aquí como un bobo, váyase que aquí pierde el tiempo. Y él, apenas sonreía y me preguntaba por las margaritas. Es que aquí en el jardín tenía hace tiempo unas margaritas preciosas, pero el jodido perro del vecino me las acabó. Pues no lo vi pero yo se que fue él porque todo el tiempo andaba con ganas de metérseme al jardín, pero era muy chiquito y no alcanzaba a saltar el zaguán; después creció y aprendió a brincar y cuando me di cuenta ya no había margaritas.

¿Cómo?, a ver pues él llegó un día muy triste, no me dijo nada pero yo sabía porque se le ponen los ojos grandes cuando está triste, cuando está bien, uno difícilmente se los distingue. Entonces yo le llevé unas revistas que me había prestado, pero en verdad era para ver que le había pasado, y cuando entré, estaba haciendo maleta y me dijo que me iba a hacer caso, que ya no la iba a buscar más, que ya no tenía fuerzas para eso. Algo me dijo de que le había  parecido verla montada en un barco saliendo del puerto, si, en la parte de adelante del barco ¿cómo se llama? ¡Esa!. Y me dijo que le entró un estremecimiento y salió corriendo por el muelle a ver si la alcanzaba pero no alcanzó, entonces me contó que se lanzó para irse nadando detrás pero que apenas cayó al agua le tocó salirse que porque estaba muy fría, aunque aquí entre nos es que ese bobo es muy flojo para el frío. Si a veces cuando se dañaba el calentador se iba al trabajo sin bañar, ¡imagínese!

¡Hay no niña! ¿Y ahora por qué llora?, venga entre, siéntese y me recibe un vaso de agua, después los vecinos dirán que quien sabe yo que le hice.

¿Otro vasito?, bueno, pues eso le cuento, entonces cuando se devolvió del puerto todo empapado fue que se puso a hacer la maleta. Esa noche no durmió nada, yo sé porque como tengo problemas con la vejiga me toca pararme mucho al baño, me levanté unas cuatro veces, y en todas me asomé a la ventana y allá lo veía escribiendo en el computador.

Al otro día salió maleta en mano y me gritó ¡doña Ignacia!, yo me hice la que no era conmigo porque a mí no me gustan las despedidas, pero él igual entró a buscarme. Yo estaba barriendo la cocina y cuando lo vi, tenía una cara terrible, se le notaba lo mal que lo había dejado lo del barco. A mi entonces me dio rabia y me dieron ganas de regañarlo, pero ya no lo quería molestar más porque quien sabe cuando vuelva por acá, entonces le dije, ya mijo, tiempo al tiempo, las cosas aparecen cuando uno deja de buscarlas. Anoche lo vi allá pegado a ese computador, me imagino que escribiéndole a ella.

¿Y sabe qué me contestó?, ahí si me hizo llorar el bobo ese. Me dijo tranquila doña Ignacia que al principio si pensé en escribirle  a ella pero me pasó una cosa muy chistosa. Terminé escribiendo una historia sobre usted. Me besó, me dio las gracias por todo, y se fué.

Niña, y cuenteme una cosa, ¿Usted ahora qué va a hacer?

Para alcanzar una galletica

Agúzate! Agúzate!

No le tenga miedo a los efectos, al resultado aleatorio de mariposas en diversas latitudes. Solo las causas son camino. Solo el causador es caminante y le da sentido al caminar.

[compOsizioni]

Hablé con Alicia hoy a mediodía y me contó. Mi celular… no sé que putas le pasa pero no he podido llamarlo. Igual, en las letras me siento seguro -solo con refugios, con los demás es imposible no sentir el ojo inquisidor que transgrede mi débil coartada- y siento que mi aliento fraterno lo alcanza. Se me antoja pensar que no ha cambiado nada. Lo que sucedió era una opción y aún no sabemos en qué terminará. Acaba de coger con las manos un puñado de arena que se esfumó, la próxima vez encontrará una pala y la siguiente un balde. En cualquier caso, si considera que mi mano -aunque también la dejará fluir- es necesaria, tan solo señáleme por dónde comenzar.

No es el fin… solo un comienzo más. Ojalá NUNCA se le acaben los comienzos! Le deseo, como siempre se lo he dicho, muchas caídas que le recuerden lo gratificante que es levantarse con la frente cruenta de esfuerzo y de piel agitada!!!

Agúzate!

La mano hermana y el refugio perenne

Autor invitado: Daniel Ospina

Costumbres de ciertas famas No.1

tinguely-jean-machine-4704399

Dos metros por seis metros mide el espacio en donde esta fama pasa la mayor parte del día. Convive con una irritante máquina caliente que imita y escupe papeles, y que ocupa más de la mitad de su ridículo hexaedro. El cronopio llega siempre temprano para burlarse de cómo la máquina escupe lo que la fama le da de comer. La fama observa con desprecio al cronopio mientras embute papeles en la boca hambrienta de la máquina.

Este ritual puede durar varias horas hasta que la fama se frunce a tal punto que solo queda un hombrecillo de gafas despreciable capaz de convertir al hexaedro en una alberca roja con tal de no tener que soportar las burlas del cronopio.

Comportamientos como este se repiten incansablemente en los que solo varían los tamaños de los polígonos, la obesidad de las famas y el alimento de las máquinas. (Se sabe de algunas por ejemplo que solo ingestan ratones)

Hombre prejuicioso se humilla por dos

La semana pasada estuve en el Campus Party de Colombia, un espacio de una semana para los amantes de la tecnología y el mundo virtual. Aunque no pude estar todo el tiempo (había conferencias y eventos toda la semana a todas horas), pude ir en un par de ocasiones.

Una de las múltiples atracciones de este evento era la exhibición de la mesa interactiva de de Björk, así que partimos en su búsqueda. Yo no me atrevía preguntar por pena, de que se trataba esa vaina. Me imaginaba una mesa, en un material muy sofisticado como aluminio ultraligero, en donde Björk colocaba, de manera muy interactiva por supuesto, los micrófonos y los diferentes vestidos que intercambia durante sus conciertos. También pensé que podría ser una mesa de ping-pong o de futbolito que me parece son bastante interactivas también. Durante nuestro recorrido nos encontramos con diferentes mesas, a las cuales yo señalaba pensando orgullosamente que la había encontrado, y me respondían cosas como “no, esa no es, esa es la mesa de perros calientes”. Entonces me empezaron a explicar en que consistía, así que baje la cabeza avergonzado por haber sido descubierto y puse atención. Finalmente y después de muchas vueltas nunca encontramos la reactable table (¡jaja como la ven!) pero encontramos algo parecido.

Unos pelaos colombianos se inventaron su mesa interactiva también. Se trataba de una mesa (esta si era de madera) con un mantel plástico de cuadros blancos y rojos que la cubría. Asegurado a la mesa había un molino de maíz que me recordaba las visitas a la casa de mi abuela cuando era pequeño, y sobre la mesa había dos exprimidores de naranjas con sus respectivas rodajas exprimidas y al otro lado de la mesa, una báscula. De cada uno de estos artilugios salían cables que pasaban por aparatos electrónicos que ni siquiera intentaré describir, para terminar finalmente en unos parlantes. Hasta el momento un puesto de jugo de naranja. Lo interesante de todo esto era que cada vez que movías las cáscaras sobre los exprimidores o le dabas giros al molino, diferentes sonidos acompasados y rítmicos salían de los parlante, muy al estilo de mesa que utiliza doña Björk. Así que abandoné el lugar satisfecho por el hallazgo. Caminé un par de minutos cuando la malicia indígena que corre por mis venas me hizo dudar del instrumento. ¿Será que me están mamando gallo?, ¿Será que los sonidos están pregrabados? Me pregunte malhumorado, y regresé dispuesto a exponer la malintencionada farsa. Miré con ojos de desaprobación a los pelaos quienes amablemente presentaban su invención, y hasta moví una de las naranjas sin previo aviso para demostrar mi teoría, ¡¡¡¡¡aja!!!! Exclame con mis ojos abiertos y mi dedo acusador señalando a uno de los muchachos, pero la naranja sonó. Entonces sentí vergüenza por segunda vez en el día al probar que efectivamente el sonido provenía de la interacción con los objetos de la mesa y abandone el lugar rápidamente pensando en lo prejuicioso que esta sociedad me ha vuelto.

Fotos: Cortesía de Campus Party, Norma Peña.

Conversación

Jorge:

Tengo una idea para un cuento

Alicia:

¿Cuál?

Jorge:

Llega un tipo borracho a una habitación de un hotel de medio pelo. La cama es muy vieja y la colcha es de un color púrpura q no logra esconder el hecho de no haber sido lavada en mucho tiempo, el papel tapiz que cuelga débilmente de las paredes conserva un estilo clásico cargado de figuras campestres, muy usado por allá en los años cincuenta, revela algunas grietas producto de la humedad. La alfombra no se queda atrás, sus manchas de colores improbables contrastan maravillosamente con el resto de la habitación dándole un tono lúgubre y pestilente.

Al tipo sin embargo no parece importarle el estado de la habitación. Se acuesta sobre la cama, deja caer una botella de algún licor irreconocible y prende el televisor q naturalmente tiene solo un canal en blanco y negro. A continuación saca del bolsillo de su traje (había estado en algún lugar q requería el uso de traje) una caja arrugada de profilácticos, y luego de verlos con desprecio, los lanza contra la cómoda mientras deja escapar un suspiro lastimero que sugiere descontento por aquel acontecimiento que nunca aconteció.

Momentos después llaman a la puerta con particular premura. Se toma unos segundos y piensa q su velada no iba de la manera que esperaba y que tal vez detrás de la puerta se encontraría con algo que pudiera diferenciar esa noche del resto de noches en las que seguramente había vuelto a habitaciones iguales en circunstancias iguales.

La puerta vuelve a sonar esta vez con mayor insistencia. El tipo salta de la cama sin saber que en algún lugar de la ciudad su esposa lo espera como todos los jueves en los que el (y esto es lo que siempre le dice) tiene q trabajar hasta tarde.

Jorge:

¿Me sigue?

Alicia:

Si, adelante.

Jorge:

¡¡Precisamente!! Eso es lo que contesta el tipo luego de abrir la puerta y encontrarse con una mujercita menuda que lleva puestos unos tacones rojos como sus uñas y que no esconden el hecho innegable de su (y perdón si no existe la palabra) menudéz (la mujer menuda es aquella cuya estatura está por debajo del promedio latinoamericano)

La mujer, que no revela más de 25 años le pide con una respiración exaltada y lágrimas en sus ojos que la deje entrar. El tipo, dada las circunstancias piensa que la noche puede cambiar su triste matiz. –Adelante– contesta–, tranquilícese, ¿cuál es el problema?–. Ella lo empuja bruscamente y cierra la puerta, asegurándola con el cosito ese con que se aseguran las puertas en los hoteles de medio pelo.

El tipo le dice varias veces q se calme y alarga la mano hacia la botella q yacía inerte sobre el suelo. Ella no escucha sus palabras porque su oreja está presionada contra la madera de la puerta y sus ojos se encuentran fuertemente cerrados, como queriendo escuchar cualquier sonido q deje traspasar ese rectángulo inerte y divisorio. El tipo, ahora un poco preocupado y reprochándose ya el helecho de haberla dejado entrar, le repite, –tranquilícese, que le pasa –.

Ella lo calla con un sonido particular producto por una combinación de dientes, labios, dedo índice sobre los anteriores y ojos cerrados, algo así como un –shhhhhhhhh–. Y a continuación le dice en voz baja, –escuche…

.

El tipo con el pecho algo agitado presiona también la oreja contra la puerta y la observa a ella con ojos inquisitivos mientras escuchan unos pasos firmes y cautelosos que parecen querer hacer el menor ruido posible. Son unos segundos asfixiantes, largos como las pestañas de la mujer… el tipo con su oreja roja ya por la presión ejercida contra la puerta, se toma el tiempo de obsérvala detenidamente. Sus ojos, debajo del rimel corrido revelan un color parecido a la miel, no la de frasquito sino la de panal. Sus labios trémulos de un rosado vibrante desentonan completamente con la blusa de leopardo manchada de un color carmesí que bien podría ser sangre de un crimen cometido dos noches atrás.

–Ya se fue– le dice ella mientras se limpia los mocos q le fluyen copiosamente por la nariz.

¿quien?, ¿Usted en que esta metida? – le pregunta el tipo.

–Nadie… y no pregunte más– contesta ella mientras desenvaina un cigarrillo de color marrón que al contrario de sus labios, va muy bien con su blusa de leopardo. – me gustan sus gafas, ¿tiene un fósforo? –

El tipo acomodándose las gafas le pregunta, pero ¿Cómo que no la sigue nadie?, ¿es eso sangre lo que corre por su falda? – (no es una falda, es una desagradable mini de jean, pero al tipo le parece inapropiado entrar en esta clase de detalles)

–Si, pero no es mía no se preocupe, ¿tiene un fósforo? –

–qué no es suya, ¿La sangre no es suya? –

–No, la falda no es mía, que si tiene un hijueputa fósforo –

El tipo ya con su cara empapada de sudor se busca los bolsillos y saca un encendedor que le habían regalado en foto japón el día que reveló las fotos del cumpleaños de su esposa, y la vez que le enciende el cigarrillo, le pregunta –Que putas está pasando!! déjese de maricadas!!–

La mujer, luego de aspirar una larga bocanada de humo y soltárselo en la cara le dice, –gracias por dejarme entrar, tuve un rollo con una gente pero ya todo está bien, no se preocupe, tómese un trago–

El tipo ya al borde del desespero se apura un gran sorbo de licor directamente de la botella y luego mira a la mujer que se sienta lentamente en la cama mientras lo observa burlonamente. El la observa con asombro y se abstiene de pronunciar palabra alguna….

Ella se quita los tacones y levanta lentamente los pies juntos recostándose sobre la cama y dejando a la vista del tipo una pequeña porción de su calzón negro. Tranquilo, ya pasó… acérquese.

El tipo lo piensa por unos segundos y le dice… en otro momento no lo habría dudado, pero usted es una desconocida q entró a mi cuarto para esconderse de alguien y su ropa está manchada de sangre. ¿Y así quiere que me acerque?, ¿así nada más?

Todo el mundo que usted conoce fue un extraño alguna vez. Si es por mi ropa no se preocupe, como le dije no es mía, ni la ropa, ni la sangre. Además no me estaba escondiendo, solo quería que me dejara entrar, me pareció una buena excusa y como vi venir al mesero pensé q sería divertido, y aquí estamos yo no me siento una extraña. Usted no lo ha sido para mí desde que vi esas gafas en su cara, pero si quiere me voy.

El tipo se apuró otro sorbo de licor, pero no se apuró en responder…

Jorge: ¿le gusta la idea?

-Alicia asiente en silencio. Deja salir una inocente sonrisa. Ahora piensa si será buena idea contarle lo que siente cuando ve sus gafas. –

Mala suerte

“El Estado es de fundamental importancia para alcanzar el factor…– siento otra vez esa cosa incómoda detrás de los pulmones- como ya hemos tratado los modelos de Vhon Thunen y Christaller…- creo que voy a terminar escribiendo alguna babosada- ..Condiciones de los factores de producción alterados por…- definitivamente no logro poner atención, mi cabeza está llena de mierda.-… y en el caso colombiano pueden ser Cali, Barranquilla…- este tipo tiene cuerpo de enano, me fastidia su presencia, ya quiero que se calle.-…como se han estructurado estas políticas de ampliación…- me gustaría tener una máquina que borre recuerdos, como en la película.-…con el proceso de descentralización truncado por una estrategia degenerativa…- sin embargo no borraría su recuerdo, siento placer por sentir la cosa fea detrás de los pulmones, es como cuando me levanto los cueritos de los dedos, debe ser ese umbral entre el placer y el dolor.-…periodo en el que ya se había tratado de estudiar la…-quiero poner atención, esto suena importante,.-…lo que más se discutió en el primer borrador del plan vial fueron…-anoche soñé que tenía dificultades para respirar, como que me estaba ahogando, me acuerdo que amanecí con la boca seca.-…en el caso de Antioquia el declive industrial del año…- pienso que debería llevar un diario para combatir la mala memoria …, seguro se me olvida en un rato eso del diario-…debate generado entre las instituciones gestoras y la industria automotriz…-jajja, por un momento pensé que ella iba a entrar por la puerta, naturalmente era otra persona, me causa mucha gracia perder así la cordura.-bueno, como veo que no vino mucha gente vamos a hacer un pequeño quiz de lo que el compañero acaba de exponer.-…joder!!!…”